
Dentro de las emociones y de la salud mental se encuentra el tema del suicidio, el cual debe estar en la agenda de manera prioritaria porque cada año se quitan la vida en México aproximadamente 9 mil personas y en el estado de Sinaloa son alrededor de 200 personas, donde se encuentran más hombres que mujeres, según estudios del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La doctora Cindy Margarita López Murillo, profesora e Investigadora de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), comentó que este tema del suicidio es una situación urgente de atender, siendo considerado un problema en el que como sociedad se pueden hacer muchas cosas para prevenirlo, ya que dentro de las evidencias científicas es una temática que se puede prevenir, pero aún así las estadísticas están al alza.
Mencionó que. dentro de la prevención del suicidio, existe el riesgo suicida, donde no se debe de ignorar y, si se llega a detectar que hay un indicador, no ignorarlo porque se sabe que las actividades y ocupaciones de todas las personas están en constate movimiento, con la escuela, con la familia y con los demás.
Refirió que, si en un amigo o un familiar se detecta un indicador, no se debe dejar pasar y no creer que es chantaje, o creer que se le va pasar, que es una fase y cuando ya se considera como un indicador de riesgo, se le tiene que poner atención y, por supuesto, ofrecer el acompañamiento en este proceso que se puede hacer como amigo, familiar, vecino, profesor o compañero de clase en un primer momento, en un segundo momento por supuesto la atención profesional.

Destacó que en Sinaloa ya hay programas para poder disminuir el suicidio y se sabe que aún no funciona como se quisiera, sin embargo, existen iniciativas, esquemas y planes que se están trabajando a partir de las instituciones de salud, pero también como parte de las universidades.
Señaló que en la Unidad Académica de Trabajo Social existe un espacio para atender a familias que tengan un integrante con riesgo suicida y, si se necesita, se da ese primer contacto.
Una de las cosas que no se deben de hacer ante este problema del suicidio es el no creer que no lo va a hacer, quien ya logra decir que quiere suicidarse es un foco rojo de atención, lo grave es cuando no se alcanza a identificar, por lo cual es difícil tomar acción, por lo que se invita a la sociedad a estar más al pendiente de sí mismos.
Puntualizó que no todos los identificadores los va a pasar una persona con riesgo suicida, ya que cada uno es diferente y también depende de la edad, si es adolescente, si es joven, si es adulto mayor; se habla de diferentes modalidades o indicadores de riesgo.
Mencionó que algunos de los indicadores son cuando las personas se empiezan a aislar, regalan objetos de valor sentimental, muestran afecto cuando normalmente no lo hacen, pueden ser considerados como signos de alarma; pero también aclarar que existen otras personas que no muestran signos, por lo cual es muy pertinente la sensibilidad social y estar al pendiente de otros, que no quita mucho tiempo, sin embargo, las misma ocupaciones y el sistema que actual lleva a estar volteando a ver otros aspectos de la vida, pero ya es necesario verlo como una emergencia y una necesidad de estar al pendiente de los demás.