
-Depresión, ansiedad y bullying encabezan las consultas en el Centro de Integración Juvenil; especialistas alertan sobre una crisis silenciosa-
La salud mental en jóvenes de Mazatlán se ha convertido en la principal causa de atención en los centros especializados del puerto, desplazando incluso a los casos relacionados con el consumo de drogas. De acuerdo con cifras del Centro de Integración Juvenil (CIJ), de enero a septiembre de este año se registraron 267 atenciones por salud mental, con una proyección de casi 300 casos al cierre del año, mientras que el uso de sustancias sumó 189 casos, quedando en segundo lugar.
Según la psicóloga Verónica Hernández, especialista del CIJ Mazatlán, los cuadros de depresión y ansiedad concentran la mayor parte de las consultas. Detalló que alrededor del 50% de los pacientes presenta síntomas depresivos, mientras que el 40% enfrenta ansiedad, condiciones que en conjunto representan hasta el 90% del sufrimiento psiquiátrico que llega a los consultorios.
Este panorama, explicó, no responde únicamente a factores clínicos, sino a realidades sociales y económicas que afectan la estabilidad emocional. Problemas financieros, separaciones familiares, pérdida de empleo y violencia escolar figuran entre las principales causas. En el caso de adolescentes, cerca del 30% de los casos está vinculado al bullying, una forma de violencia que suele mantenerse en silencio hasta que el daño emocional es profundo.
Durante las evaluaciones clínicas, el personal ha detectado que detrás de muchos diagnósticos de salud mental en jóvenes de Mazatlán también existen conductas adictivas, no siempre relacionadas con sustancias, sino con actividades como el juego o el uso excesivo de internet, que terminan absorbiendo gran parte del tiempo y la vida cotidiana de los pacientes.
El rango de edad más afectado se ubica entre los 17 y 25 años, aunque se han atendido casos desde los 13 años e incluso personas adultas mayores. Las estadísticas muestran además que las mujeres buscan ayuda con mayor frecuencia, lo que refleja una diferencia cultural en la disposición a pedir apoyo psicológico cuando se necesita.
Desde el área de prevención, el CIJ impulsa la normalización de la terapia psicológica, rompiendo estigmas y ofreciendo esquemas de cita abierta para evitar recaídas, además de protocolos con líneas de atención especializada para crisis fuera de horario. “Romper el estigma es el primer paso para sanar”, coinciden los especialistas.


