llegan cada año a la bahía de Mazatlán a desovar en la zona de las tres islas.
La temporada de pajaritos en Mazatlán no solo es una tradición culinaria en la gastronomía porteña, sino que también es un “respiro” para los pescadores ribereños, que ante la escasez de otras especies, este pececillo ayuda a sostener el oficio.
Salvador Torres Reyes, pescador desde hace 37 años, menciona que el pajarito llega con el cambio de temperaturas en las aguas y por segundo año consecutivo la temporada se adelantó una semana, ya que siempre inicia en los primeros días de mayo.
se cocinan de la siguiente forma: Luego de limpiarlos, quitarle las escamas y cortarle la cabeza, a los pajaritos se les pone sal, se pasan por harina y se fríen hasta dejarlos dorados, sartén para freírlos, hasta dejarlos doraditos, suelen acompañarse de frijoles, salsa y tortillas o también se pueden montar con otros platillos.