El uso del cigarro es un producto lícito que se ha estado comercializando en nuestro país y en otros lugares del mundo, obviamente con regularizaciones diferentes sobre todo para el consumo, donde las personas que gustan adquirir estos tipos de productos lo hacen en lugares específicos como en los restaurantes en espacios para no fumadores, señaló el profesor de la Facultad de Derecho Mazatlán de la Universidad Autónoma de Sinaloa, Víctor Colado Alanís.
Recordemos que esta ley entró en vigor a partir del 15 de enero de 2023, donde contempla la prohibición de toda forma de publicidad, promoción y patrocinio del tabaco.
“Sin embargo existe una regulación hasta cierto punto exagerada que hoy la denomina la ley anti-tabaco, porque no obstante de ser un producto licito se pretende regular con mucha exactitud la promoción comercial, y obviamente esto va a traer como consecuencia, primero quizás la quiebra de algunas empresas, sobre todo aquellas que se dedican a este giro y que distribuyen masivamente a los centros comerciales este tipo de productos”.
Pero también, dijo, habrá despidos masivos porque algunas empresas que se dedican a este negocio no van a soportar los gastos, esto es un fenómeno social que se debe de regular.
Así mismo el abogado en Derecho Penal, expuso que la otra consecuencia que puede surgir aquí es el llamado mercado negro, porque son mercados no promocionados, donde habrá cigarros piratas, electrónicos, o vapeadores que los van a utilizar sin revisar quizá la calidad del producto, que este último ya se ha determinado que es un producto nocivo para la salud.
Colado Alanís, dijo que “el estado debería de revisar esta regulación y tratar de no irse a los extremos, porque hasta ahorita se han escudado en lo que es la salud pública, es una justificación para hacer este tipo de medidas, para mí es un contraste enorme, permitir el consumo y a la vez hacerles estas restricciones muy severas, eso va en perjuicio de las empresas que se dedican a este rubro y otras que salen afectadas con esta medida como son los restaurantes donde las personas van y acuden, a un lugar aparte consumiendo productos alimenticios pero también consumiendo un cigarro, creo que no es lo más adecuado”.
Recomendó que se hiciera una revisión y que se buscara en su caso la oportunidad de que los consumidores lo hagan en lugares específicos, como se venía realizando.
Por último ostentó que ojalá y las autoridades tomen en cuenta las opiniones de los empresarios que se dedican al giro de la comida y a los prestadores de servicios, y puedan atender este problema con una regulación más justa para todos los consumidores, productores y distribuidores, hasta tenderos.
