Mazatlán, Sinaloa.- La comunidad de Mazatlán está siendo afectada debido a la prolongada construcción del puente en la carretera Habal-Cerritos, una obra que ha superado los 10 meses de duración sin mostrar avances significativos. Este estancamiento no solo ha complicado la movilidad en la región, sino que también ha tenido consecuencias trágicas y afecta diversos sectores económicos.
La demora en la construcción del puente Habal-Cerritos cobró una vida en noviembre de 2023, cuando un motociclista falleció tras caer de un puente en reparación. Este lamentable incidente se dio por la falta de señalizaciones adecuadas y medidas de seguridad en la zona de obras.
Jesús Antonio Lizárraga Rivera, presidente de la Asociación Ganadera de Mazatlán, ha expresado su preocupación por los efectos negativos de la obra inconclusa en el sector ganadero y el turismo rural. En entrevista, José Lizárraga reveló que la obra ha interrumpido el flujo normal de actividades económicas y turísticas, afectando a restaurantes campestres populares y complicando el transporte de productos como lácteos y quesos.
La comunidad local, incluyendo restauranteros y operadores turísticos, han expresado su frustración por la obra estancada. “Es inconcebible que una obra tan crucial para la conexión con el turismo rural se retrase tanto, afectando a todos, desde ganaderos hasta turistas”, comentan restauranteros, promotores del turismo y ciudadanos afectados por el tráfico en la zona
Ante esta situación, se hace un llamado a las autoridades para acelerar la finalización de la obra. Urge una solución que restablezca la seguridad y la eficiencia en esta importante vía de comunicación que ya se llegó a cobrar una vida