Mazatlán, Sinaloa.- La Auditoría Superior del Estado (ASE), negó a la Universidad Autónoma de Sinaloa (UAS), leer un documento tipo acta, esto tras nuevamente presentarse un equipo de auditores de cuenta pública de dicho órgano fiscalizador en las instalaciones del Campus Buelna y ser recibidos por el abogado general de la Casa Rosalina, doctor Robespierre Lizárraga Otero.
“No se nos permitió leer un documento tipo acta que iba a consignar la diligencia hoy acontecida y tampoco se nos permitió firmarla, evidentemente no íbamos a firmar algo que no se nos permitió leer. Quedó evidenciado el actuar tan burdo por parte del personal de la Auditoría y repito, nosotros desde la Universidad instrumentaremos las vías legales que consideremos necesarias”, aseveró el abogado.
El también representante legal de la UAS, señaló que el equipo de seis auditores que se apersonó en el edificio de Rectoría, fue atendido con respeto desde alrededor de las 10:00 de la mañana que hicieron acto de presencia con la intención de practicar una auditoría a los recursos propios de la institución, acto que les manifestó, no tienen atribuciones legales para llevarla a cabo, ya que es la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la indicada para hacerlo.
“Hay una suspensión definitiva concedida por un juez de distrito a favor de la Universidad, a favor del Rector para que no se realizara ninguna diligencia en referencia a los ingresos propios, eso independientemente de que la Universidad cumple cabalmente su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas siendo auditada por la Auditoría Superior de la Federación como lo ha sido siempre, incluso este año con tres auditorías”, expuso.
Acompañado de la Contadora General de la institución,maestra Rebeca Carrasco, del asesor legal, licenciado Carlos Ontiveros Salas y del Notario Público No. 162, licenciado Ismael Arenas Espinoza, el abogado universitario mencionó que el personal, extendió por más de siete horas la diligencia, transcurso en el que hubo actuaciones extrañas e ilegales, dejando en claro su intención de perjudicar a la Casa Rosalina.
Lizárraga Otero, subrayó que estas actuaciones dañinas en contra de la máxima casa de estudios se generaron a partir de la defensa legal, de los amparos que se han promovido en defensa de la Autonomía Universitaria, respecto a la Ley de Educación Superior del Estado de Sinaloa, acciones que, enfatizó, continuarán de manera irrestricta y apegado a derecho.
“Desde la Universidad Autónoma de Sinaloa manifestamos nuestro extrañamiento y protesta por este actuar que evidencia una persecución política en contra de la Universidad usando como instrumento de esta persecución a la Auditoría Superior del Estado y al Congreso del Estado”, declaró.